sábado, 19 de julio de 2008

Ooh Ah Cantona!


En Gran Bretaña todos conocen a la reina de Inglaterra, pero en Manchester sólo reconocen a un Rey, al que los propios aficionados reds coronaron como "The King" y al que aclamaban con fervor en las gradas de Old Trafford.
Su primera etapa como futbolista estuvo trabada por continuos incidentes y peleas dado su temperamento. Pasó por varios clubes franceses, logrando una copa y una liga. En 1991 anunció su retirada pero, por suerte, fue en vano. Aún tenía que deleitarnos con su futbol elocuente.
Encontró su sitio en Inglaterra, allí donde el futbol está ligado al orgullo. Desembarcó en el Leeds para ganar la liga y luego se mudó a Manchester, donde ha dejado un legado imborrable. L'enfant terrible conectó en seguida con la hinchada por sus goles y por su carácter, recogiendo así el testigo de Best y forjando la leyenda del 7.
En 1995, su sangre caliente le jugó una mala pasada y le tuvo apartado de los terrenos de juego. Pero volvió a lo grande para redimirse, contribuyendo a ganar la liga y la FA Cup.
En el United desplegó todo su repertorio: faltas directas, picaditas, remates de cabeza, potentes empalmes, un abánico de goles al servicio del espectáculo. Y todo sin abandonar su mentalidad ganadora; él mismo dijo en una ocasión que no jugaba contra un equipo, sino contra la idea de perder.
Cuello de la camiseta subido, 7 a la espalda, elegancia y potencia en uno: Eric Cantona.
"I didn't study; I live. You can't study these things - life teaches them to you. You don't find them in a book... I've read a lot of Socrates on page three of the Sun." – Eric Cantona.

No hay comentarios: